domingo, 27 de noviembre de 2016

49. ¿Eres una PAS?

En esta entrada hablare de las PAS y la importancia que tienen en este blog.

Una PAS es una Persona Altamente Sensible. 

Las Personas Altamente Sensibles, según las estadísticas, son aproximadamente el 20% de la población y se estima que del 100% de las PAS el 50% son hombres y el otro 50% mujeres.

El término PAS ó HSP (Highly Sensitive Person) es un término que existe en psicología desde hace poco. Muchos psicólogos no conocen mucho este término y no lo dominan.


Cuando uno se ve en minoría frente a la gran mayoría, la primera sensación es sentir desventaja y miedo. ¿Por qué percibo las cosas de un modo diferente? ¿Por qué sufro más que el resto? ¿Por qué encuentro alivio en mi propia soledad? ¿Por qué observo y siento cosas que los demás suelen pasar por alto? Quizás formes parte de las Personas Altamente Sensibles (PAS).

Ser parte de este 20% de la población que se reconoce a sí misma como una persona altamente sensible (PAS) no es una desventaja, ni te etiqueta como “diferente”. Es muy posible que a lo largo de tu vida, y en especial durante tu infancia, fueras muy consciente de esa distancia emocional, y de como en ocasiones, tenías la sensación de vivir en una especie de burbuja de extrañeza y soledad.

La alta sensibilidad es un don, una herramienta que te permite poder profundizar y empatizar más con las cosas. Pocas personas tienen la capacidad de llegar a este punto de aprendizaje vital.

Fue Elaine N. Aron quien a principios de los 90's, ahondando en la personalidad introvertida, detalló con minuciosidad los rasgos de una nueva dimensión no descrita hasta entonces, y que reflejaba una realidad social: la de las personas altamente sensibles, reflexivas, empáticas y a la vez, reactivas emocionalmente.

Las PAS son sensibles a tres cosas fundamentalmente:

1. Sensibles Físicamente: Las personas PAS pueden ser muy sensibles a  la luz, al ruido, al calor, a cierto tipo de ropa, a ciertos olores, a lugares con mucha gente, etc. Captan mucho más estas sensaciones físicas.

Las PAS también pueden ser muy sensibles a sustancias como la cafeína y a algunos medicamentos.

Todas estas cosas sobre estimulan mucho más al PAS que al resto de la gente y esto puede  ser motivo para sentirse abrumado, molesto, cansado ó irritado.

2. Sensibles a las Emociones:  Las PAS son personas muy emocionales y muy empáticas; captan como se siente todo el mundo y saben ponerse en los zapatos de los demás.

Las PAS suelen conmoverse y llorar a menudo cuando ven una película, escuchan una canción o leen un libro. 

Aunque esta sensibilidad pueda ser una cualidad ó virtud esto también les puede afectar emocionalmente.

A los PAS les encanta la gente, les gusta el mundo emocional pero también les gusta tener sus espacios de introspección.

El 70% de los PAS son personas introvertidas pero se estima que un 30% de las PAS son extrovertidas.

3. Tienen Mucha Capacidad para Captar Información: Las PAS son personas que suelen destacar en la música, en la literatura y en el arte en general porque tienen una capacidad de detalle muy aguda.

Los 4 Dones de una PAS


Si es tu caso, si te sientes identificado/a con esos rasgos que la doctora Aron describe en su libro “The Highly Sensitive Person”, es importante que te convenzas también de que la alta sensibilidad no es un motivo para sentirte extraño o diferente. Al contrario, debes sentirte afortunado por contar con estos 4 dones:

1. El Don del Conocimiento Emocional

Ya desde la infancia, el niño con alta sensibilidad va a percibir aspectos en su día a día que le van a ofrecer una mezcla de angustia, contradicción y fascinante curiosidad. Sus ojos captaran aspectos que ni los adultos tienen en cuenta.

Serán capaces de percibir cosas que otros niños no ven, y ello, les enseñará desde muy pequeños que la vida es a veces difícil y contradictoria. Verán el mundo con la mirada de niño que se abre tempranamente al mundo de las emociones sin saber aún que las guía, que las hace vibrar o qué afila el sufrimiento adulto.

La sensibilidad es como una luz que resplandece, pero a su vez, nos hace más vulnerables al comportamiento de los demás, a las mentiras piadosas, a los desengaños, a las ironías… 

¡Es que eres muy sensible! te comentarán unos. Y así es, pero eres lo que eres. Un don exige una alta responsabilidad, tu conocimiento sobre las emociones te exige también saber protegerte, saber cuidarte.

2. El Don de Disfrutar de la Soledad

Las personas altamente sensibles encuentran cierto placer en sus instantes de soledad. 

Son rincones que buscan con anhelo para llevar a cabo sus tareas, sus aficiones. Son personas creativas que disfrutan de la música, de la lectura… Y aunque ello no quita de que disfruten también de la compañía de otros, es en soledad cuando más satisfacción encuentran.

Las personas altamente sensibles no temen a la soledad. Son esos instantes en que pueden conectar más íntimamente con ellos mismos, con sus pensamientos, libres de apegos, lazos y miradas ajenas.

A la hora de hablar de las personas altamente sensibles, se les asocia a menudo al sufrimiento. A su tendencia a las depresiones, a la tristeza, a sentirse vulnerables frente a los estímulos externos, frente al comportamiento de la gente. No obstante, hay algo que el resto no sabe: pocas emociones se viven con tanta intensidad como el amar y ser amado…

Y no hablamos solo de relaciones afectivas, la amistad, el cariño cotidiano, o el sencillo acto de experimentar la belleza de un cuadro, de un paisaje o de una melodía, es para las personas altamente sensibles una vivencia intensa. Enraizada en el propio corazón.

La alta sensibilidad es vivir desde el corazón. Nadie vive más intensamente el amor, nadie se deleita más con los pequeños gestos cotidianos, con la amistad, con el cariño que una PAS.

4. El Don del Crecimiento Interior

La alta sensibilidad no se quita. Uno viene al mundo con ello, con esa particularidad, con ese don que ya se puede ver claramente desde que un niño es pequeño. Sus preguntas, su intuición, su tendencia a la perfección, su umbral al dolor físico, sus molestias ante luces u olores fuertes, su vulnerabilidad emocional…

No es fácil vivir con este don. No obstante, una vez uno reconoce lo que es y lo que nos puede aportar, llega el momento en que debemos aprender a gestionar muchos de esos detalles. No debes dejar que las emociones negativas te desborden en ciertos momentos.

Debes aprender también que los demás, van a otro ritmo, que no tienen tu umbral emocional. Que no vivirán ciertas cosas con tu misma intensidad, no obstante, ello no significa, por ejemplo, te quieran menos. Respétalos, entiéndelos. Entiéndete a ti.


Una vez hayas descubierto tu propio ser y tus facultades, encuentra tu equilibrio y fomenta tu crecimiento personal. Eres único y vives desde el corazón. Anda en paz, anda en seguridad, y sé feliz.

Problemas de ser una PAS: Aunque ser una PAS es maravilloso, también puede conllevar a tener varios problemas si no aprenden a manejar estos dones.


Las PAS son personas que se agobian socialmente, les afecta todo mucho más y esto es algo que deben de aprender a manejar.

Otra cosa que las PAS no saben hacer muy bien es aprender a ponerse en primer lugar y saber en que momento poner límites con los demás.

¿Cómo resolver estos problemas?

Primera: Darse cuenta que ser PAS es una virtud. Es una cosa muy buena pero que también hay que aprender a controlarse y a saber manejar mejor las situaciones.

Segunda: En este mundo tan competitivo en el que vivimos las personas PAS pueden verse como personas débiles, es por esto que hay que aprender a manejar mejor la sensibilidad, atreverse a hacer las cosas y no posponerlas, aprender a tomarse descansos, aprender a no tomarse las cosas tan en serio, aprender a poner límites y aprender a saber decir NO.

Si te identificas con este tipo de personalidad tienes que entender que no estas mal, que existen muchas personas como tú. Hay que aprender a conocernos y aceptarnos como somos.

¿Eres una Persona Altamente Sensible (PAS)?